Tal día como hoy, un 20 de octubre de 1940, se daba una corrida en la plaza de Las Ventas de Madrid, nunca hay dos corridas de toros iguales, pero sin lugar a dudas la de aquella tarde otoñal de octubre marcó desgraciadamente la historia del mundo del toro.
El coso madrileño parecía aquella tarde más un desfile militar que una agradable velada taurina, ni tan siquiera se respiraba en los aledaños lo típico de cualquier tarde de toros, hasta los típicos dibujos taurinos de los carteles habían sido sustituidos por escudos de la Falange y el temible Partido Nazi.
Visitaba nuestro país, por asuntos políticos el Comandante Heinrich Himmler, y el Jefe de Estado español, quiso agasajar a su visita de la mejor manera posible, organizando una corrida de toros; pero está claro que no todas las personas están dotadas de sensibilidad para el arte...
Confirmaba aquella tarde su alternativa el diestro sevillano Pepe Luis Vázquez "El Sócrates de San Bernardo", su padrino Marcial Lalanda y como testigo Rafael Ortega "Gallito".
Pepe Luis, entregado al máximo, bordó el toreo, realizándole al toro de su confirmación una de sus mejores faenas.
Debido a una intensa lluvia, así lo querría Dios, suspendieron la corrida, lidiando cada diestro un solo toro de sus lotes. Se dirigieron los toreros tras la suspensión, obligados por protocolo, a saludar al dirigente alemán, el cual completamente enfurecido dijo que había llegado hasta vomitar por no poder soportar tal martirio y sufrimiento del animal; pues sí, ese señor que ordenaba diariamente la muerte de miles de niños, mujeres y hombres, bien gaseados o a base de crueles torturas se había sentido indispuesto...una paradoja que llega a rozar la absurdez del idiotismo...
Y fue a partir de este mismo día, cuando la hipocresía de la política nazi por la protección y derechos de los animales (de los humanos no, evidentemente), comenzaron a juzgar negativamente a la Tauromaquia.
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