miércoles, 21 de septiembre de 2016

El tercio de banderillas.

El tercio de banderillas es uno de los momentos más vistoso de la corrida, tiene lugar una vez que los picadores han abandonado el ruedo.  Las banderillas son palos cilíndricos de madera aproximadamente de unos 78 centímetros de largo, con un pequeño arcón de unos 6 centímetros que es lo que se le engancha a la carne del toro y decorada con papel de colores.
Su ejecución le corresponde a los banderilleros o subalternos, aunque son muchos los toreros que también tienen la destreza espectacular de colocarlas. Son tres los pares de banderillas que se le colocan a cada res, alternándose los banderilleros.
El tercio de banderillas suele parecer algo acrobático, su colocación perfecta es justo detrás del morrillo y deben de ir bien pegadas. La colocación de las banderillas supone todo un derroche de facultades físicas, donde las más importantes son la precisión, la elasticidad y la fuerza.
Las principales formas en las que se realiza este tercio son:

-Al cuarteo.- Es la modalidad más frecuente, el toro debe de estar sobre las rayas de los picadores y el banderillero frente a él, se arranca corriendo en semicírculo hasta el encuentro con él y se las clavas.

-Al quiebro.- El torero se coloca frente a frente con el astado, provoca la arrancada de éste y lo espera con los pies juntos, justo al encuentro inclinará su cuerpo hacia un lado y las clavara cuando el toro humille.

-De frente.- Se coloca el diestro frente al toro con un terreno mínimo.

-De dentro a fuera.-  Es otra variante del cuarteo. El encuentro se produce hacia los medios. El torero clava y sale rápidamente sin cuartear.

-De dentro afuera.- El torero clava por los adentros, es decir, entre el toro y las tablas.

-Cite desde la barrera.- Un adorno de la suerte en la que el banderillero se sitúa sobre la barrera en el momento de citar al toro.

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