viernes, 30 de septiembre de 2016

La primera oreja que se concedió en La Maestranza de Sevilla

Tal día como hoy, un 30 de septiembre de 1915, se concedía por primera vez en la Maestranza un trofeo, una oreja, y a quién si no, a José Gómez Ortega "Joselito" "el rey de los toreros".
Fue en 1876, cunado por primera vez se premió una faena, otorgando como trofeo una oreja del astado; pero en el Coso del Baratillo, nunca se había concedido ningún trofeo, a pesar de llas grandes faena que importantes diestros de la época habían realizado, y no fue hasta el 30 de septiembre, en plena Feria de San Miguel, cuando se concedió la primera oreja a Joselito "El Gallo".
Joselito estaba ya consagrado como figura del toreo; aquella Feria de San Miguel, se ofrecían tres corridas, los días 28 y 29 se presentaban en los carteles Joselito, Juan Belmonte y Rafael "El Gallo", con ganaderías de Murube el día 28 y de Miura el día 29. Para el último día la empresa había previsto un encierro de Joselito con seis toros de Santa Coloma.
Fue una impresionante Feria de San Miguel, donde la afición estaba completamente dividida en dos bandos: uno el que admiraba las novedosas formas de el de Triana y el otro bando el que optaba por el clasicismo de el de Gelves.
Las dos faenas que Joselito le había hecho a los Miuras el día anterior, más el sublime encierro que llevaba, Don Antonio Filpo, tras las fuertes peticiones del público y la perfecta lidia de la tarde, rompió la vieja tradición maestrante, concediendo el primer trofeo del  Coso del Baratillo a "El Rey", Joselito "El Gallo".

jueves, 29 de septiembre de 2016

Diego Puerta, el torero del valor.

Tal día como hoy, un 29 de septiembre de 1958, se llenaba la Maestranza de Sevilla el día de San Miguel, día en el que tomaba la alternativa un joven hispalense llamado Diego Puerta.
La ganadería escogida para la ocasión estaba formada por cuatro astados de don Ricardo Arellano y Gamero-Cívico y dos más de Escudero. El cartel lo encabezaba Luis Miguel Dominguín como padrino del joven Diego y como tercer espada Gregorio Sánchez.
La afición sevillana abarrotaban los tendidos del Coso del Baratillo aquella tarde de la Feria de San Miguel por el atractivo cartel y por la expectación que había levantado aquel joven novillero sevillano del barrio de San Bernardo. Diego Puerta era un muchacho muy conocido en Sevillla, hijo de un empleado del matadero, que aunque no le había acompañado la suerte en su presentación como novillero, un año antes en la Maestranza, si cosechó a lo largo de todo el año un éxito rotundo por todas las plazas de España, después de haberse quedado solo con cuatro novillos y cortando un rabo en Barcelona.
Pero obedeciendo al argot taurino " corridas de gran expectación, mayor decepción", se le resistió la Puerta del Príncipe al estrenado torero, no sin ello haber puesto su mayor voluntad en todas sus faenas a unos toros deslucidos y como sigue pasando hoy en día, no embestían.
No volvió Diego Puerta a pisar el albero de la Maestranza hasta 1960, en una corrida con la ganadería de don Eduado Miura, donde demostró íntegramente su arrojado valor y cambió por completo el sino de su carrera.

viernes, 23 de septiembre de 2016

La verdadera historia de la Feria de San Miguel

Mucho menos popular que la Feria de Abril de Sevilla es la Feria de San Miguel, pero no en antigüedad, pues aunque son muchas las fuentes que la fechan en pleno Romanticismo en el siglo XIX, igualándola a la Feria de Sevilla, la Feria de San Miguel nació seiscientos años antes. Su origen se remonta al siglo XIII, durante el mandato del rey Alfonso X, más conocido como Alfonso "El Sabio", hijo del conquistador de Sevilla, Ferrnando III "El Santo".
Allá sobre el año 1254, Alfonso X concedió a la ciudad el permiso de celebrar dos ferias de ganado anuales; la primera se celebraría en primavera, mientras que la segunda se celebraría a la entrada del otoño, más exactamente abarcando la festividad de San Miguel, el veintinueve de septiembre.
Durante años se celebraron ambas fiestas, pero con el tiempo acabó desapareciendo la Feria del ganado de la primavera, que se recuperaría siglos después, en 1847, con el éxito obtenido en las ferias del ganado de Mairena del Alcor y Carmona. Por lo que la Feria de Abril, ganaría mucha más popularidad y produjo la inevitable decadencia de la Feria de San Miguel.  Durante los años que se celebraba dicha feria en los alrededores del Prado de San Sebastián,  era de obligado cumplimiento las corridas que se celebraban durante la Feria de San Miguel en la desaparecida hoy monumental de san Bernardo, ocupaban estas corridas el epicentro de esta feria, donde quedará para el recuerdo de la Tauromaquia faenas épicas como las que cuajó "El Gallo".


En esta fotografía podemos apreciar al fondo la desaparecida monumental de San Bernardo.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

El tercio de banderillas.

El tercio de banderillas es uno de los momentos más vistoso de la corrida, tiene lugar una vez que los picadores han abandonado el ruedo.  Las banderillas son palos cilíndricos de madera aproximadamente de unos 78 centímetros de largo, con un pequeño arcón de unos 6 centímetros que es lo que se le engancha a la carne del toro y decorada con papel de colores.
Su ejecución le corresponde a los banderilleros o subalternos, aunque son muchos los toreros que también tienen la destreza espectacular de colocarlas. Son tres los pares de banderillas que se le colocan a cada res, alternándose los banderilleros.
El tercio de banderillas suele parecer algo acrobático, su colocación perfecta es justo detrás del morrillo y deben de ir bien pegadas. La colocación de las banderillas supone todo un derroche de facultades físicas, donde las más importantes son la precisión, la elasticidad y la fuerza.
Las principales formas en las que se realiza este tercio son:

-Al cuarteo.- Es la modalidad más frecuente, el toro debe de estar sobre las rayas de los picadores y el banderillero frente a él, se arranca corriendo en semicírculo hasta el encuentro con él y se las clavas.

-Al quiebro.- El torero se coloca frente a frente con el astado, provoca la arrancada de éste y lo espera con los pies juntos, justo al encuentro inclinará su cuerpo hacia un lado y las clavara cuando el toro humille.

-De frente.- Se coloca el diestro frente al toro con un terreno mínimo.

-De dentro a fuera.-  Es otra variante del cuarteo. El encuentro se produce hacia los medios. El torero clava y sale rápidamente sin cuartear.

-De dentro afuera.- El torero clava por los adentros, es decir, entre el toro y las tablas.

-Cite desde la barrera.- Un adorno de la suerte en la que el banderillero se sitúa sobre la barrera en el momento de citar al toro.

lunes, 12 de septiembre de 2016

"Tienes más salía que un torero..." como Rafael "El Gallo".

..."Ná señó, que habemos chocao con una camioneta de fruta y se nos han desbaratao to los avíos, y er coche roto, pero ya está, habemos llegao como habemos podío"...  Esta era la explicación, que Rafael Ortega "El Gallo" al Gobernador tal día como hoy, un 12 de septiembre de 1927, en Ceheguín (Murcia).
El pueblo de Ceheguín estaba completamente engalanado aquella tarde de feria. Componían el cartel: el rejoneador Antonio Cañero, Rafael "El Gallo" y "Torquito", con seis toros toros de don Félix Gómez. La hora del comienzo del festejo eran a las cinco en punto de la tarde, pero a las seis menos cuarto aún no había comenzado porque "El Gallo" no había llegado a la plaza, ni siquiera había llegado a Ceheguín. La gente esperaba impaciente por los alrededores de la plaza, aumentando cada minuto el enfado de los espectadores. Las autoridades ordenaron a la Guardia Civil que fueran en búsqueda del sevillano y lo trajesen al coso lo antes posible para que cumpliese con su compromiso, pues comenzó a correr el rumor de que "El Gallo" había dado "la espantá"  y andaba por una carretera de vuelta a Sevilla. Cuando el público comenzaba a desesperase por la espera y con la incertidumbre de que el rumor fuese cierto, apareció por la puerta principal de la plaza de toros el diestro sevillano acompañado de toda su cuadrilla y todos vestidos de paisano. Las autoridades exigieron que se realizase el paseíllo lo antes posible para que se calmasen los ánimos en los tendidos, por lo que el "Divino Calvo" y sus subalternos comenzaban el festejo todos de paisanos.
Pero si mal fue el comienzo peor el festejo, ninguna faena importante ante un publico tan enfadado, ni el rejoneador, ni "Torquito" hicieron emocionar a la gente. Mucho menos "El Gallo", que su lidia brilló menos que su traje de luces, que ni siquiera llevaba. La gente chilló y pitó al diestro sevillano lo más no poder. Acabado el espectáculo, completamente ya de noche, le preguntó el gobernador a "El Gallo" el porqué de su retraso y encima vestido de esa guisa, el torero con su inconfundible gracia comenzó la explicación diciendo: "Toa la curpa ha sío del frutero...."

viernes, 9 de septiembre de 2016

Rafael de Paula tomaba la alternativa en la Goyesca de Ronda

Tal día como hoy, un 9 de septiembre de 1960, Rafael Soto Moreno "Rafael de Paula" recibía la alternativa en la tradicional corrida Goyesca de Ronda, donde Julio Aparicio actuó como padrino y Antonio Ordóñez como testigo.
Rafael, un bravo gitanillo de Jerez, se doctoraba a sus 20 años, habían pasado ya tres años desde que actuase en Málaga en su única novillada sin caballos, con un traje de luces alquilado, azul y oro. Pero el destino le tenía reservado este maravilloso día, donde pese a su juventud supo dar las pinceladas necesarias con la muleta demostrando el genio que estaba por venir, el "Genio Gitano", con un toreo elegante y templado se ganó a los tendidos de tal forma, que incluso fallando con la espada obtuvo en su alternativa los dos trofeos necesarios para acompañar a su padrino y a su testigo por la puerta grande. Maravillosa tarde de toros,donde Aparicio cortó tres orejas y un rabo y el gran Ordóñez, cuatro orejas dos rabos y una pata en sus dos toros, y dos orejas más en el sobrero que regaló a puertas abiertas a todos los rondeños.
Espectacular comienzo para la gran carrera taurina que le quedaba por vivir a Rafael de Paula.

martes, 6 de septiembre de 2016

"Manzanito" un novillero desconocido pero con "orgullo de torero".

Tal día como hoy, un 6 de septiembre de 1917, se daba una novillada en la antigua plaza de Madrid, en la plaza de la carretera de Aragón o la plaza de Goya, como queramos llamarla. Se daba el debut como novillero de Manuel Martínez Solaz, apodado como "Tigre de Ruzafa, en un mano a mano con Díaz Domínguez, con cuatro novillos de don Andrés Sánchez. Junto a ellos hizo el paseillo como sobresaliente de espada un total desconocido por la afición, "Manzanito".
Como preámbulo a la novillada hubo una "charlotada", aunque pareció continuar durante el festejo.
El novillero debutante dio la impresión que ignoraba todo lo básico para enfrentarse a un novillo y fue cogido al entrar a matar, después de las varias volteretas que se llevó durante la lidia. Por lo que "Tigre de Ruzafa", demostraba el valor elogiado en su apodo, pero carecía de toda técnica y acabó en la enfermería sin haberle llegado a dar muerte al primer novillo de su lote. Domíguez dio muerte a tres novillo, resultando herido en el tercero por lo que se vio también obligado a retirarse a la enfermería. Aquello se convirtió en un auténtico circo, cuando quedando un astado por lidiar, varios diestros que presenciaban el espectáculo se tiraron al ruedo pidiendo permiso para lidiar al cuarto y último. Eduardo Leal "Llaverito" consiguió el permiso del presidente para dar muerte al cuarto novillo, menospreciando el presidente por completo el turno del sobresaliente, el desconocido "Manzanito". "Manzanito" reclamaba su derecho como sobresaliente, y al sentirse completamente ignorado y por consiguiente hundido, tuvo un arranque de orgullo y tirando sus trastos y su montera a la arena solicitó a un compañero que le cortarse la coleta. A falta de tijeras, un carpintero le dio una navaja y con ella le cortaron la coleta, su seña torera. El público se tomo a cachondeo el gesto del torero, cuando ni siquiera había actuado con la muleta en el festejo. Pero "Manzanito" pasó a la historia por su "orgullo torero", pues aquel gesto no fue una broma, se cortó la coleta por su dignidad.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Los quites.

.Los quites son los pases que dan el torero o sus subalternos con  el capote a lo largo de la corrida. El origen de esta palabra deriva del toreo antiguo, cuando los caballos no gozaban de la protección de hoy en día, el peto, y los subalternos tenían que estar citando continuamente al toro para de alguna manera "quitarlo" del caballo; era común antiguamente dos pares de mulillas, un par para llevarse a los toros muertos y otro par para llevarse a los caballos muertos por asta de toro.
Hoy en día conocemos como el periodo de quites o tercio de quites, esos pases que tienen lugar entre el tercio de varas y el tercio de banderillas. Los quites también siguen un protocolo como todo en la corrida de toros. El diestro que esté lidiando ese toro, será el encargado de dar el quite entre el primer puyazo y el segundo. El matador que vaya a lidiar al siguiente toro es el encargado de dar el quite después del segundo puyazo. Cuando hay rivalidad entre los diestros, aprovechan estos piques para hacer réplicas en un alarde  de torería.