
Todos estos diestros pedía en la carta un aumento de sus honorarios cada vez que se presentaran en los carteles con el hierro Miura.
A este conflicto se le llamó "El Pleito de los Miuras". Exigían con esta carta a los empresarios exactamente el doble de lo que cobraban: "(....para los toreros de primera categoría, diez mil pesetas; para los de segunda ocho mil pesetas; y para los de tercera categoría, seis mil pesetas...)".
En la famosa carta alegaban que: "(...son unas reses con las que generalmente es imposible el lucimiento...)".
Por aquella época eran los ganadores agrupados en la Asociación de Criadores de Toros de Lidia, los que les imponían directamente a los empresarios, incluso hasta penalizaban a los empresarios que adquiriesen toros de otros hierros que no perteneciesen a la Asociación, sin lugar a dudas muy diferente a la actualidad.
"El Pleito de los Miuras", duró algo mas de un mes, los ganaderos se reunieron en Madrid y tomaron la drástica decisión de que ningún ganadero le vendería ningún toro al empresario que contratase a alguno de los diestros que habían firmado la carta. Todos los toreros se acobardaron abandonando a "Bombita" y "Blanquito" que quedaron como cabeza de turcos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario